Aniversario
Hace exactamente un año llegué a La Casa del Escritor por primera vez. Es increíble como han corrido estos doce meses. Me siento muy bien de estar en ese espacio donde todos llegamos por el mismo amor e interés y donde el único denominador común es la escritura.
En todo ese tiempo he pasado por diferentes etapas. Una de ellas fue no saber hacia donde seguir en términos de escribir poesía. Se lo comenté a Rafael y él me sugirió que hiciéramos un ejercicio de escribir algo juntos. Tons me pidió que escribiera un verso y él iba a continuar y así escribiéramos uno cada uno, con el objetivo de ver si salía algo. Y salió. Hace unas semanas lo compartimos con los compañeros de La Casa y ahora creo que es un buen día para compartirlo en este espacio. Antes debo aclarar que sufrió varios cambios y movimientos, así es que no quedó a uno cada uno, pero era algo muy necesario de hacer. Ahí va:
Murmullo intermitente de espíritu caído
Niebla que hierve en niebla, pájaro sin tristeza.
Miente con sus sonrisas y con dulces miradas
Y dice la verdad con voces que se callan.
Preso de eternidad entre gorriones:
¿Quién el agua ha vilmente envenenado?
¿Quién nos salva del sueño de los ángeles?
Extranjero entre nobles y asesinos:
¿Quién al placer le ha puesto nombre propio?
¿Quién al olvido el nombre de un extraño?
Intermitente grito entre las nubes
Golpe de dios menor, cometa en la ventana:
¿Dónde quedó la luz, que no brillan tus ojos?
¿Dónde estoy, que no encuentro el camino de vuelta?
En todo ese tiempo he pasado por diferentes etapas. Una de ellas fue no saber hacia donde seguir en términos de escribir poesía. Se lo comenté a Rafael y él me sugirió que hiciéramos un ejercicio de escribir algo juntos. Tons me pidió que escribiera un verso y él iba a continuar y así escribiéramos uno cada uno, con el objetivo de ver si salía algo. Y salió. Hace unas semanas lo compartimos con los compañeros de La Casa y ahora creo que es un buen día para compartirlo en este espacio. Antes debo aclarar que sufrió varios cambios y movimientos, así es que no quedó a uno cada uno, pero era algo muy necesario de hacer. Ahí va:
Murmullo intermitente de espíritu caído
Niebla que hierve en niebla, pájaro sin tristeza.
Miente con sus sonrisas y con dulces miradas
Y dice la verdad con voces que se callan.
Preso de eternidad entre gorriones:
¿Quién el agua ha vilmente envenenado?
¿Quién nos salva del sueño de los ángeles?
Extranjero entre nobles y asesinos:
¿Quién al placer le ha puesto nombre propio?
¿Quién al olvido el nombre de un extraño?
Intermitente grito entre las nubes
Golpe de dios menor, cometa en la ventana:
¿Dónde quedó la luz, que no brillan tus ojos?
¿Dónde estoy, que no encuentro el camino de vuelta?
Comentarios
Feliz Aniversario..
Abrazos .
Sobre el poema, creo que resultó eso de fumar del mismo puro, jejeje.
Me gusta el poema. Cómo han pasado los años... de rápido.