Perú, Chile, París, Raúl Reyes, el Arpa de Hugo Chávez y la muerte de Tirofijo!
Debido a las persistentes especulaciones en torno a mi repentina desaparición de la semana pasada y a la tan controversial y cortísima visita al Perú, me veo obligada a hacer algunas aclaraciones para evitar vínculos con algunos personajes de la farándula y del mundo político no menos controvertido.
Y lo hago, por aquello que me vayan a acusar de haber ido a darle matacán al Tirofijo, porque antes que a cualquiera se le ocurra, no, no lo maté yo. El señor tenía 78 años, 44 de los cuales los pasó enmontañado. Así es que no fue Indiana Jones quien se lo peinó. Fue un ataque al corazón. (Según la versión de sus congéneres).
Por otro lado, no Herbert, no tengo yo el arpa de Hugo Chávez, tampoco me fui para París con la compu de Raúl Reyes, no visité a la Tigresa de Oriente y para el colmo de las decepciones no pude codearme con Wendy Sulca. El asunto que me ocupó tuvo lugar en Santiago de Chile. Siiiiiiiiii lo dijeeeeee!. Solo estuve en el aeropuerto de Lima dos horas donde me quisieron envenenar (eso sí) con un café con sabor a petróleo. Por supuesto que después tuve que hacerme una "limpia" obligada a puro vino, pero eso solamente obedeciendo aquel famoso y conocido refrán, dicho, bomba o lo que sea de que: quien a chile vino y no bebió vino, entonces, a que demonios vino!.
Por cierto, estuve a un pelíiiiito de tocar la nieve. Cosa que ha sido algo que he querido hacer desde hace mucho tiempo. No era esta la ocasión, pero algún día lo será. Sin embargo, hice cosas muuuuuuy entretenidas.
Voy a pasar luego algunas imágenes de la ciudad, por el momento, era necesario aclarar algunas dudas, y anticipo una fotito...
Este es el Valle Maipú
Y lo hago, por aquello que me vayan a acusar de haber ido a darle matacán al Tirofijo, porque antes que a cualquiera se le ocurra, no, no lo maté yo. El señor tenía 78 años, 44 de los cuales los pasó enmontañado. Así es que no fue Indiana Jones quien se lo peinó. Fue un ataque al corazón. (Según la versión de sus congéneres).
Por otro lado, no Herbert, no tengo yo el arpa de Hugo Chávez, tampoco me fui para París con la compu de Raúl Reyes, no visité a la Tigresa de Oriente y para el colmo de las decepciones no pude codearme con Wendy Sulca. El asunto que me ocupó tuvo lugar en Santiago de Chile. Siiiiiiiiii lo dijeeeeee!. Solo estuve en el aeropuerto de Lima dos horas donde me quisieron envenenar (eso sí) con un café con sabor a petróleo. Por supuesto que después tuve que hacerme una "limpia" obligada a puro vino, pero eso solamente obedeciendo aquel famoso y conocido refrán, dicho, bomba o lo que sea de que: quien a chile vino y no bebió vino, entonces, a que demonios vino!.
Por cierto, estuve a un pelíiiiito de tocar la nieve. Cosa que ha sido algo que he querido hacer desde hace mucho tiempo. No era esta la ocasión, pero algún día lo será. Sin embargo, hice cosas muuuuuuy entretenidas.
Voy a pasar luego algunas imágenes de la ciudad, por el momento, era necesario aclarar algunas dudas, y anticipo una fotito...
Este es el Valle Maipú
Comentarios
Bien por vos, hace mucho que no viajo a Chile (hace como 237 años fue mi última vez), como está todo por allá, cumpliste con la misión que te encomendé...?